miércoles, 14 de septiembre de 2011

Consigna de Trabajo

A través de las lecturas realizadas de los diferentes autores correspondientes a la bibliografía del Bloque Nº 2, realizar un relato en el cual se pueda ver reflejado:

  • El posicionamiento del docente en relación a la transmisión cultural y al vinculo establecido con los alumnos, que posibles mitos en educación y tradiciones o tendencias pedagógicas se visualizan.
  • Los criterios de acción pedagógica que serian necesarios para repensar dichas situaciones educativas, y si hubieron como se registraron.
  • Qué virtudes pudieron ser visualizadas, y en el caso de que no se hayan visualizado que indicarían como virtudes necesarias para una labor pedagógica alternativa con un sentido critico / reflexivo.
  • Qué cuestiones le propondrían a dichos docentes e instituciones educativas visualizadas en las escenas de ambas películas para modificar el vinculo pedagógico que permita un posicionamiento critico planteado a partir del enfoque bibliográfico propuesto, teniendo en cuenta los conceptos:  Crisis educativa – cultura – intelectuales - alternativa pedagógica – educación – papel del docente  - contexto social.

Fecha de entrega: Martes 5 de Octubre.

Aclaración:

Maximo de extensión del relato 3 carillas. Letra Arial Nº 12.
Las escenas a visualizar para la realizacion del presente trabajo son las que se encuentran en el blog, correpondientes a las peliculas: "Machuca" y "Entre los muros" 

Escenas Pelicula Francesa "Entre los Muros"

sábado, 10 de septiembre de 2011

Peter Mc Laren. Pedagogía critica, resistencia cultural y la formación del deseo.

El autor comienza analizando lo que menciona como “Nuevo orden mundial” para describir que en la realidad de contexto se visualiza que el bienestar social, solo es obtenido por una minoría de sujetos, a expensas de una vulnerabilidad total de poblaciones de diferentes puntos del planeta. Frente a esto posicionándose desde el punto de vista educativo, visualiza la importancia del vínculo pedagógico, la transmisión cultural y el papel del lenguaje desde una perspectiva crítica, para producir nuevas maneras de ver lo social, a partir de una transmisión pedagógica que permita analizar y discutir diferentes tramas discursivas que producen diferenciación y naturalización de las diferencias sociales de clase.
Para ello menciona las características que debe poseer todo educador critico, tomando para dicha conceptualización la idea de “Intelectual transformador” de Giroux, y desde dicho posicionamiento la relación con los estudiantes y el papel de la cultura, para una transmisión pedagogía que permita modificar la realidad.
Considerando de esta manera la posibilidad de construir un posicionamiento por parte del educador, en el cual pueda preguntarse y repreguntarse desde su lugar como enseñante, acerca de los discursos y prácticas que dominan en la enseñanza y el aprendizaje para construir una modalidad critica de enseñanza que le permita reconocer la diversidad de voces, experiencias e historias. Como así también respetar la especificidad de las diferencias, dentro de una política de solidaridad y liberación en la que se generen y se realicen sueños, mediante el desarrollo de discursos que permitan lograr una sociedad más justa para todos, lo que él denomina como un trabajo en conjunto que constituya la construcción de un “Arco de sueño social”.


Palacios, Jesús. La cuestión escolar. Críticas y alternativas.

El texto desarrollado por el autor hace referencia tomando como punto de referencia la teoría Gramsci, para pensar la relación entre educación y hegemonía, y el análisis desde una perspectiva pedagógica.
Para ello retoma la concepción “Filosofía de la praxis” como la unión que existe y que debe existir entre conceptualización y acción, donde se debe no solo interpretar la realidad, sino también modificarla, planteándose la tarea de llevar a cabo una transformación en búsqueda de ideales que permitan una sociedad y un reconocimiento hacia los otros de manera más justa.
Dicha transformación para lograr la concepción filosófica enunciada anteriormente, que la contrasta con la situación de contexto de los sistemas educativos, llevándolo a replantearse desde una mirada Gramciana diferentes conceptos que desarrolla a lo largo del texto tales como: Crisis educativa – cultura – intelectuales – estado - bloque histórico - alternativa pedagógica – educación – papel del docente.


Conferencia realizada por Paulo Freire: “saber popular y educación en América Latina” / / Pedagogia de la Autonomia.

En dicho material el autor plantea que es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta, donde menciona las virtudes que debe poseer todo educador, en búsqueda de la transformación de sociedad más justa, producto de un compromiso ético y político en cuanto al acto de educar.
-       Coherencia, es una primer virtud en la que consiste en la necesidad por parte del docente en cuanto al ser coherente ente la teoría (discurso) y la praxis (practica que debería estar confirmando el discurso).
-       La libertad y el silencio, la cual emerge de la experiencia responsable con la finalidad de aprender a lidiar con la tensión entre la palabra y el silencio tanto de parte de los educadores como de los educandos.
-       Subjetividad y objetividad consiste en trabajar de manera crítica la tensión entre subjetividad y objetividad, entre conciencia y mundo, entre práctica y teoría entre ser social y conciencia.
-       Autocritica,  la cual consiste en objetivar nuestras propias prácticas que se caracterizan por ser subjetivas, es decir lograr repensar nuestras propias acciones, con el fin de no contradecir el decir con el hacer.
-       Aquí y ahora, se deriva del respetar los tiempos y espacios en esa tensión entre el aquí y ahora del educando y el aquí y ahora  de los educadores, con el fin de lograr un vinculo de respeto y de confianza mutua.
-       Espontaneismo y manipulación, evitar caer en prácticas espontaneas que llevan a posturas manipuladoras de la realidad.
-       Democracia, no caer en concepciones erróneas en relación a la democracia, ya que pensar en prácticas desde dicha concepción implica tomar pensar en lo social, y en el otro como persona con mismos derechos y posibilidades que uno, con el fin de no caer en prejuicios naturalizadores de lo social.
-       Teoría y Práctica, vivir intensamente la relación entre teoría y praxis, de tal manera que la practica sea pensada desde la teoría, para nuevamente mejorar la práctica. Pensar en la motivación constante entre teoría y práctica.
-       Paciencia e impaciencia, es necesario pensar en la tensión constante entre ambos conceptos, donde jamás se rompa dicha relación entre ambas posturas, debido a que si se rompe esa relación dialéctica, perdemos la objetividad de la propia acción.



Pedagogía de la autonomía.
Paulo Freire además de mencionar la importancia de las virtudes que debe desarrollar todo docente, en esta obra describe la especificidad de la tarea de enseñar, la cual implica un compromiso por parte del educador que debe contemplar diferentes aspectos indispensables que los va describiendo a lo largo del texto, para pensar en un vinculo pedagógico critico, reflexivo y de respeto que permita alcanzar en el educando la posibilidad de aprender y ser libre con un posicionamiento autónomo en cuanto al pensar, decidir y accionar. 

Maria Cristina Davini. “La formación docente en cuestión: política y pedagogía”

Capitulo 1: Tradiciones en la formación de los docentes.
La autora hace un recorrido acerca de las diferentes tradiciones pedagógicas, donde en primer lugar comienza a definir qué se entiende por Tradición, caracterizándola como “configuraciones de pensamiento y acción que construidas históricamente se mantienen a lo largo del tiempo en cuanto están institucionalizadas, incorporadas a las prácticas y a la conciencia de los sujetos”
Luego esboza las diferentes tradiciones, donde dentro de ellas se encuentra:
Tradición normalizadora- disciplinadora.
-          Dicha tradición adopta una concepción Filosófica positivista, donde el orden es lo que determina el progreso.
-          Homogeneización ideológica, donde la función principal era la de formar al ciudadano.
-          Docente disciplinador de dicha conducta, “papel moralizador”.
En la actualidad suele predominar como:
-          Discurso prescriptivo que indica todo lo que el docente debe ser, ya sea como modelo, ejemplo, símbolo entre otros.
-          Formación ligada al saber hacer con débil formación teórica y algunas técnicas del aula sin cuestionamientos.
-          Disciplinamiento del docente respecto a las prescripciones del aparato estatal, el docente como funcionario del estado más que como un profesional.
-          Fomento de una escuela “ilusoria”, cargada de símbolos abstractos, rituales y rutinas homogeneizadoras.
-          Tendencia a modelizar la realidad, sin consideración de lo heterogéneo.
Tradición Académica:
-          Lo esencial para la formación docente es el conocimiento de las materias a enseñar.
-          Desde esta perspectiva la formación desde lo pedagógico no se considera relevante para la enseñanza, suele ser vista como un obstáculo.
-          Se posee una visión de la ciencia desde un punto de vista neutral.
En la actualidad suele predominar como:
-          Los discursos donde se menosprecia los saberes que portan los alumnos, ya que solo se consideran verdaderos los contenidos ligados a los saberes académicos.
-          Los que critican el vaciamiento de contenidos.
-          En propuestas que relegan el debate pedagógico a cuestiones de instrumentalización didáctica de las disciplinas.

Tradición Eficientista:
-          Esta tradición surgida en la década de 1960 estuvo ligada a la ideología desarrollista, donde considera a la escuela como aquella formadora de 2recursos humanos” para una sociedad con progreso técnico.
-          Por lo tanto se caracteriza por una visión técnica del trabajo escolar. La función docente es bajar a la práctica el currículo prescripto sobre la base de la medición de rendimientos pautados por objetivos de conducta.
-          La importancia prima en la planificación, como garantía de eficiencia.
-          Basándose como fundamento teórico de la psicología conductista.
En la actualidad predomina como:
-          Una visión instrumental del proceso de enseñanza.
-          Control externo a la escuela que omite los procesos internos de la misma y la participación de los docentes.


A partir de 1980 y 1990  surgen otras tendencias no consolidadas en tradiciones. En 1980 proyectos políticos – ideológicos de los docentes como forma de resistencia a los proyectos hegemónicos. No generaron programas concretos de formación docente, solo un discurso en torno a la revisión de las propias prácticas.
Lo que genero don tendencias:
-          La pedagogía critico social de los contenidos. Recuperación de contenidos de la enseñanza dentro de un enfoque de crítica social histórica.
-          La pedagogía Hermenéutica – participativa. Modificación de las relaciones de poder en el interior de la escuela.

En 1990 se genera la adopción de un discurso administrativo – economicista inspirado en documentos de organismos económicos internacionales, propios del contexto de globalización.
Restauración de la tradición Eficientista.



Capitulo 5: Notas para la elaboración de una pedagogía de la formación docente.

La autora en este capítulo desarrolla criterios de acción pedagógica específica para la formación de los docentes, recogiendo aportes de experiencias, líneas de pensamiento, y variadas estrategias didácticas que puedan servir para orientar las prácticas en la formación inicial y en la formación en servicio. Donde para la elaboración de dichas estrategias considera necesario analizar diferentes tensiones que se producen, dentro de las cuales se encuentran:

1.    Tensión entre las teorías y la práctica.
2.    Tensión entre lo objetivo y lo subjetivo.
3.    Tensión entre el pensamiento y la acción.
4.    Tensión entre lo individual y lo grupal.
5.    Tensión entre la reflexión y la buena práctica.
6.    Tensión entre los docentes y los estudiantes.

Por otro lado considera que la búsqueda de una pedagogía en la formación de los docentes no es contradictoria con el uso de multiplicidad de estrategias ni con la atención a las múltiples dimensiones de la formación. Por ello mismo considera que la formación docente se deben incluir dimensiones tales como:

a.    Actualización permanente en los conocimientos pedagógicos, científicos y tecnológicos que corresponden a la esfera de la labor.
b.    Análisis del contexto social de escolarización y de los supuestos y compromisos que subyacen a los distintos programas escolares.
c.    La reflexión sobre la práctica en el contexto especifico y el desarrollo de alternativas para la acción en la escuela y en el aula, como ámbitos de concreción de todas las otras dimensiones y espacio de construcción colectiva de la enseñanza.

Dentro de las estrategias menciona.
a.    Estudio de casos.
b.    Focalización de la mirada en el estudio de problemas, reacciones y comportamientos de los distintos actores de la situación, como cuestionamientos de ciertos valores.
c.    La utilización de módulos, materiales escritos, videocintas, grabaciones.
d.    Estudios o trabajos dirigidos al ambiente exterior, es decir a la comprensión del contexto externo a la escuela.
e.    Conferencias, entrevistas públicas, mesas redondas para la expresión, profundización y reflexión de diversidad de conocimientos.
f.     Reconstrucción de la propia bibliografía.
g.    Grupos de estudio y reflexión.
h.    Tutorías.
i.      Pasantías.
j.      Investigación acción entre otros.




Texto Philippe Meirieu, Frankenstein Educador.

Frankestein: “Hemos “hecho” un niño y queremos “hacer de él un hombre libre”...¡como si eso fuese tan fácil! Porque, si se le “hace”, no será libre, o al menos no lo será de veras; y, si es libre, escapará inevitablemente a la voluntad y a las veleidades de fabricación de su educador.
¿Se puede educar sin ser un Frankestein?

Frankestein o el mito de la educación como fabricación
Integrarse siempre es un poco de domesticación. Es normal, al fin y al cabo, que aquél que llega acepte algunas renuncias para tomar parte de la vida de aquellos que le acogen. Ese es el precio a pagar para que te conviertas en miembro de la comunidad.
El niño necesita ser acogido, necesita que haya un adulto que le ayude a construir sus propios saberes. No puede construirse al margen del entorno: es ese entorno el que, en muy gran medida, lo construye.
Educar es desarrollar una inteligencia formal capaz de resolver problemas de gestión de la vida cotidiana y es, también, desarrollar una inteligencia histórica capaz de discernir en qué herencias culturales se está inscrito. Educar es, pues, introducir a un universo cultural.
Hoy vivimos una aceleración sin precedentes en la historia. De una generación a otra, el entorno cultural cambia radicalmente. En esas condiciones de aumento del desfase entre generaciones y de inmolación de la transmisión cultural, encontramos a adolescentes
“bólido” (Imbert, 1994), sin raíces ni historia, dedicados por entero a satisfacer impulsos originales.
Pigmalión El mito de la educación como fabricación. Pigmalión quiere “hacer” a su compañera pero que se le entregue por propia voluntad.
“psicología de las dotes”. El fatalismo es la incompetencia del educador.
El “efecto expectativa”…determina los resultados que se obtienen del educando y su evolución. La “predicción creativa” y la“autorrealización de profecías” el maestro decretando que tal alumno es un “buen alumno” y comportándose con él como si fuese tal, lo induce a modificar el comportamiento para mostrarse digno de la imagen que se tiene de él, se considera obligado a hacer que se cumpla la predicción. “para que la gente merezca muestra confianza, hay que empezar por dársela”
Etapas de la aventura educativa: obstinación en esmerarse, cólera ante la resistencia del otro, apasionamiento cuando las cosas empiezan a desbloquearse, desaliento cuando se descubre que no se ha conseguido nada, tristeza por el propio destino, entusiasmo cuando se expone el proyecto, inquietud de no estar a la altura de la tarea, serenidad al reemprender el trabajo y éxtasis cuando el otro colma nuestros deseos.
Todo educador quiere dar vida a lo que fabrica. Las cosas se complican cuando el educador quiere “hacer al otro”, pero también quiere que el otro escape a su poder para que entonces pueda adherirse a ese mismo poder libremente. Quiere el poder sobre el otro y quiere la libertad del otro de adherirse a su poder.
Pinocho o las chistosidades imprevistas de una marioneta impertinente.
A veces cuesta creer que el otro… pueda existir ahí, frente a nosotros, resistirse a nuestra empresa emancipadora y a veces, incluso, sufrir por su culpa.
“situarse en el yo” no es fácil, en especial si se es un títere, un objeto fabricado para ser manipulado. Pinocho, en realidad, está manipulado desde dentro. Es prisionero de él mismo. Está encerrado en un dilema infernal: “Dar gusto al otro o dárselo a uno mismo”
Cuando sale del dilema se llega a la “voluntad”, ya no es un títere: ya no responde a las expectativas de los adultos, escapa de lo previsible, de lo que todos esperan.
Con Pigmalión y con Pinocho se expresa, pues, una misma intención: acceder al secreto de la fabricación de lo humano.
Paradoja de la “educación como fabricación” de Hegel. La verdadera satisfacción del amo sería que el servidor le saludase como hombre libre, asumir el riesgo de la libertad del otro.
Frankestein quienes confunden la educación con la omnipotencia, no soportan que el otro se les escape y quieren dominar por completo su “fabricación”.
Fabricar un hombre y abandonarlo es correr el riesgo de hacer de él un monstruo. Si la criatura es un monstruo es porque ha sido abandonada por su padre. Nadie se ocupa de su educación, se comete el delito de confundir fabricación y educación.
La educación está llena de “calamidades” porque es una aventura imprevisible en la que se construye una persona, una aventura que nadie puede programar.
A mitad de recorrido: por una verdadera “revolución copernicana” en pedagogía
Convergencia entre “lo que le interesa” y “lo que va en su interés” (Meirieu, 1995)
Centrar la educación en el niño, sometiéndose a sus peticiones y a lo que te apetece hacer es arriesgarse a mantenerlo en un estado de dependencia, privarlos de voluntad y prisioneros de sus caprichos y de toda clase de manipulaciones demagógicas.
El centro del sistema educativo habría que situarlo en la construcción de un ser por sí mismo. La educación se ha de centrar en la relación del sujeto con el mundo. Ésa es la finalidad de la empresa educativa: que aquél que llega al mundo sea acompañado por el mundo y entre en conocimiento del mundo, que sea introducido en ese conocimiento por quienes le ha precedido... que sea introducido y no moldeado, ayudado y no fabricado.

Exigencias de la revolución copernicana:
1. Renunciar a convertir la relación filial en una relación de posesión.
2. Reconocer al que llega como una persona que no puedo moldear a mi gusto.
Lo normal en educación es que el otro se resista, se esconda o se rebele para recordarnos que no es un objeto en construcción sino un sujeto que se construye. Esto nos puede llevar al dilema de excluir o enfrentarse, dimitir o entrar en una relación de fuerzas. La exclusión es siempre un signo de fracaso.
3. La transmisión de saberes supone una reconstrucción, por parte del sujeto, de saberes
y conocimientos que ha de inscribir en su proyecto.
La actividad del maestro ha de estar subordinada al trabajo y a los progresos del alumno. La lógica que preside la enseñanza no es, la que preside el aprendizaje: enseñar es exponer lo que se ha descubierto, son reconstrucciones a posteriori, aprender es tomar información del entorno en función de un proyecto personal.
4. Todo aprendizaje supone una decisión personal irreductible del que aprende.
Aunque a veces haya que renunciar a enseñar, no hay que renunciar nunca a “hacer aprender”. Una dificultad es que la instrucción es obligatoria, pero no tenemos poder sobre la decisión de aprender, decisión totalmente imprevisible.
5. No confundir el no-poder de la educación en la decisión de aprender y el poder que sí tiene sobre las condiciones que posibilitan esa decisión. “Hacer sitio al que llega y ofrecerle medios para ocuparlo”.
6. Inscribir en el seno de toda actividad educativa la cuestión de la autonomía del sujeto.
Para ello se ha de precisar qué ámbito de autonomía se quiere desarrollar, qué nivel de autonomía se pretende alcanzar y de qué medios se dispone para llegar a ello. La escuela ha de tener por objetivo la autonomía de los alumnos en la gestión de sus aprendizajes.
7. Asumir “la insostenible ligereza de la pedagogía”. El pedagogo no actúa más que sobre las condiciones que permiten al que educa actuar por sí mismo.

La pedagogía contra Frankenstein.
“Hacerlo todo sin hacer nada” (J.J. Rousseau)
Este es el principio de una “pedagogía de las condiciones”: organizar el ambiente vital con objeto de que el niño esté lo más estimulado posible. Mientras el niño no está educado, no puede elegir sus fines de aprendizaje ni decidir qué es importante para él.
Ahí está la verdadera diferencia entre un niño y un adulto. El adulto elige él mismo qué aprender por lo que en el verdadero sentido del término, no debe ser, no puede ser educado (Arendt, 1989)
El educador no siempre consigue que el otro haga lo que él considera que le conviene.
Pero hay que resistirse a la tentación de erradicar la resistencia, porque es un signo de que ahí hay alguien. Por eso los pedagogos han elaborado métodos para “individualizar la enseñanza” introduciendo la expresión “pedagogía diferenciada”. Ya no se trata de democratizar el acceso a la escuela, hay que democratizar también el éxito. En realidad la pedagogía diferenciada invita a que cada vez que aparece una resistencia a la
“transmisión” se modifique el contexto y las actividades.
Para desembarazarse del paradigma de “la educación como fabricación” se ha de instalar la preocupación en el poder emancipador de los aprendizajes y de voluntad de permitir a aquel que sabe que sepa que sabe, que sepa para qué sirve lo que sabe, qué puede hacer con ello y dónde puede utilizarlo, a qué preguntas responde lo que sabe, cómo podrá hacerlo suyo, desviarlo para crear soluciones nuevas y proferir palabras inéditas ante situaciones imprevistas. Esta exigencia requiere una preocupación constante por “tender puentes” entre lo aprendido en clase y la realidad psicológica, social, técnica y cultural en la que vive el niño. La vida es “desorden”; los aprendizajes escolares deben ser “ordenados”. Pero el cosmos pone orden al caos y no se construye como otro mundo a su lado. La cuestión está en transformar el “caos” en “cosmos” y no que la escuela construya un cosmos yuxtapuesto al caos y el alumno viva entre dos culturas que coexisten sin interactuar. La cuestión es no fosilizar la cultura en “utilidades escolares” destinadas simplemente al éxito escolar.
La dificultad de la actividad educativa cotidiana se manifiesta permanentemente porque mientras la voluntad no esté construida no se le puede considerar responsable de sus actos. La libertad es un espejismo, pinocho solo puede elegir entre darse gusto o dar gusto a otro, entre el sentimiento de culpabilidad y las frustraciones. El educador ha de atribuir sin acusar. Comprender al otro no es lo mismo que desresponsabilizarlo, es reconocer las influencias que recibe y proporcionarle los medios de tomar distancias respecto a lo que vive. El castigo no tiene ningún alcance educativo si el niño no se considera responsable de lo que ha hecho.
Un grupo de adolescentes no accede a una socialidad respetuosa porque un adulto lo pida o intente imponerlo a la fuerza. Sólo se le puede pedir que prescinda de la violencia si hay espacios donde hablar, si se le proporcionan medios para que tome la palabra.
Una de las paradojas de la mayor parte de las “reuniones escolares” es que abordan cuestiones absolutamente secundarias y sin relación directa con la organización misma de los aprendizajes en clase. La cuestión debería ser cómo organizarse para que todos aprendan lo mejor posible. El consejo se ha de preparar (apruebo, critico, propongo)
El maestro no enseña lo que piensa sino lo que sabe, lo que ha recibido de otros maestros. Lo que hace que sea una cosa distinta de las opiniones es que lo sustenta una historia. La escuela mantiene el vínculo entre generaciones. El enseñante es, pues, siempre un “pasador”, un mediador a una cultura. Las “disciplinas escolares” son construcciones sociales provisionales, son elecciones decisivas que dan testimonio del perfil de hombre y de sociedad que se quiere preparar. El criterio debería ser la universalidad de los saberes y conocimientos. Esta universalidad no puede ser impuesta porque se construye por medio de la adhesión de los hombres y no de la concertación de las élites. El maestro no puede imponer saberes en nombre de su universalidad, sino que debe poner a prueba esa universalidad en el acto de transmitirlos. La transmisión, entonces, no es coacción, sino reconocimiento de la libertad.
Rechazamos toda concepción tecnicista de la educación: no se fabrica un sujeto por acumulación de influencias o de condicionamientos. Pero no permitamos, tampoco, que un sujeto se construya en medio de la indiferencia a las influencias que recibe, privándole de conocimientos o dejando que disponga de ellos a su discreción. La pedagogía consiste en idear condiciones que posibiliten compartir saberes, el goce de descubrirlos, la felicidad de sentirse en condiciones de hacer propia la herencia de los hombres, prolongarla y superarla.
La pedagogía es praxis. Es decir. Ha de trabajar sin cesar sobre las condiciones de desarrollo de las personas y, al mismo tiempo, ha de limitar su propio poder para dejar que el otro ocupe su puesto.
Imbert, F. (1994) Méditiations,